Crítica sobre la clase de ética

Pienso que es una de las clases más llevadera, o divertida por decirlo de alguna manera. Es una asignatura que le gusta a la mayoría de la gente, aunque claramente en ello influye el profesor o profesora con el que la estudies o aprendas.
Nuestro profesor de ética, para mí, es uno de los mejores profesores que se encuentran en el centro, no es por hacer la pelota ni nada de eso, simplemente porque con su forma de explicar las cosas se te hace la clase mucho más amena y divertida. En esta clase se demuestra que puedes divertirte aprendiendo cosas que es de lo que se trata, de aprender. También me parece bien su forma de evaluar y los diferentes exámenes que hace.
Lo único que a veces no me gusta es la manera en que se siente superior solo por tener una carrera universitaria como él dice, pienso que por eso es superior intelectualmente pero no superior como persona sobre los demás.
De todas maneras es el profesor y hay que respetarle igual que él a nosotros.
Otra de las cosas que veo bien es que aunque no lo entiendas, te lo repite una y otra vez hasta que lo has comprendido. Para mí todos los profesores que al igual que él hacen eso, demuestran tener paciencia y haber querido dedicarse a la enseñanza, porque les gusta enseñar.
Las clases de ética son diferentes, en cuanto el profesor pinta la raya en la pizarra, todo el mundo se calla, y creo que es porque todos están pensando, haber que nos cuenta hoy. En esa clase siempre hay algo que aprender, cosas nuevas que no sabías y quieras o no siempre acabas echándote alguna risa.
También tengo que decir que nuestro profesor de ética impone respeto, te puedes reír con él pero siempre hasta un punto, es una clase en la que cuando tiene que haber risas, hay risas y cuando se trata de estar cayado y atento todo el mundo lo está.
Todo esto se demuestra en que cuando llega la hora de una clase que no te gusta o te aburre todo el mundo piensa, bueno menos mal que después toca ética.